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Está formado por la escultura de la caridad rematando el tornavoz, la pintura del Espíritu santo en su interior y los cuatro medallones ovalados con correctos altorrelieves de los cuatro evangelistas.
Los relatos de la Pasión se realizaron con gran riqueza, falta la decorado de la última cena: tal momento la ausencia se deba relacionar con el cercano ara longevo, donde diariamente se conmemora durante la ceremonia ese episodio.
En las iglesias que se levantaron en el Nuevo Reino de Granada no fue popular tener dos púlpitos, unidad para la recital de la epístola y el otro para la lectura del evangelio. Desde finales del siglo XVI, por lo Militar, se ubicó individualidad solo en el ala izquierdo del ara o ala de la epístola, desde donde se llevaba a agarradera la encaje educativa y espiritual de la iglesia.
Predicador, ¿cómo estás utilizando el privilegio de proclamar las verdades de Todopoderoso descritas en la Biblia? ¿Utilizas ese tiempo para tu cielo o la paraíso de Altísimo? Sergio Cano 3 de julio de 2023 Biblia y teología, Secciones
El altar viene a ser el objeto esencial dentro del conjunto del utillaje con que se dota una iglesia. Con él se determina el punto de tensión de todo el espacio simbólico, pues allí se realiza el sacrificio divino.
Fue en este período cuando surgieron las grandes catedrales, y con ellas la penuria de un sitio elevado desde el cual los sacerdotes pudieran dirigirse a una gran audiencia.
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Desde este zona elevado, a la presencia de toda la comunidad, tenía lugar la proclamación de la palabra de Alá contenida en la Sagrada Escitura a excepción de los textos pertenecientes a los cuatro evangelios.
Pido al Señor que nos dé la seso y el discernimiento de poder entender la penuria que tenemos de retornar a los tiempos de Pablo, cuando se predicaban mensajes basados en la verdad doctrinal y no en experiencias personales o fábulas.
Otros medios que pueden ser incluidos son velas encendidas para simbolizar la presencia del Espíritu Santo y la luz que representa la verdad y la guía divina.
Suele representarse esta virtud acogiendo o amamantando a singular o más niños. En el templo catedralicio, además de la escultura que corona este púlpito sosteniendo con su protección izquierdo a un niño, está el altorrelieve del segundo cuerpo de la portada de la antigua sala capitular —coetáneo museo catedralicio— obra de Diego de Pesquera, donde la caridad está rodeada de cinco niños desnudos.
Cristo desciende al Limbo es la primera de las tres escenas, en el ala principal de la parte sur, de las representaciones que se tratan en conjunto, como si se realizaran en tres salas del mismo edificio. Las paredes están decoradas con una densa Nasa de ladrillos en el fondo con arcos. Se muestra a Cristo que, inmediatamente a posteriori de la Resurrección, rescata a los hombres justos y se los lleva con él al gloria. Están todos los profetas y los santos del Antiguo y Nuevo Testamento que murieron antes que él, cada individualidad con el resplandor de su corona de santidad. Entre éstos destaca San Juan Bautista, el cual se encuentra apoyado de pie, delante de la partición que separa en perspectiva la subsiguiente escena.
En los cielos del tornavoz se centra la púlpito para iglesias cristianas representación del Espíritu Santo en medio de rayos luminosos. Rematan los doseles dos esculturas de bulto de gran tamaño, al lado derecho la de Santo Buenaventura y del flanco izquierdo la del beato Juan Duns Scoto con la efigie de la Inmaculada Concepción, los dos, maestros de la escuela franciscana. Son imágenes que evocan la comisión de la iglesia como replicadora de la palabra de Altísimo.